Divergent Microfactories es un start-up norteamericano que creó Blade: el primer supercar con la carrocería impresa en 3D y armado a mano.
Con este increíble coche pretenden revolucionar la manufactura de automóviles para disminuir el impacto ambiental. Su idea es “imprimir” 10,000 de éstos por año.
El Blade se arma con aluminio impreso en 3D que se conecta con piezas de fibra de carbono sostenidas por una estructura interna. Así logran que el chasis del coche sea un 90% más ligero que el de uno normal y por lo tanto que consuma menos gasolina (también puede utilizar gas natural comprimido). Probablemente estarán pensando que este método de ensamblaje no es nada seguro, pero sorprendentemente este supercar es mucho más fuerte y durable que cualquier automóvil promedio.
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Con esta nueva plataforma se logró crear uno de los coches más verdes del mundo, así que en verdad esperamos que el éxito vaya en incremento para que nuestro planeta se vea beneficiado de esta nueva tecnología.
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