En nuestras vidas en general, no valoramos el silencio hasta que lo tenemos y nos damos cuenta de lo importante que es para nosotros y nuestro bienestar. Aquí hablamos sobre su poder curativo. Vivimos en la era de la información. Wifi, portales, redes sociales, blogs, podcasts, noticias, TV. Blablabla, sin fin. Se convirtió en nuestra droga de elección. Pasatiempo. Sabemos mucho, pero entendemos poco.
Y sí, vivir en estos tiempos tiene muchos beneficios, pero siempre será necesario volver a nuestras raíces ocasionalmente. Silenciarnos y conocernos. Si queremos vivir tranquilos, necesitamos la sabiduría interior que olvidamos que tenemos. Practicar el silencio puede ayudarte a convertirte en esa persona que le afecta menos lo que pasa a su alrededor, que se mantiene tranquilo y sabe cómo actuar.
Aquí hay 5 formas de hacerlo. Incluso si estás ocupado, es extrovertido y deseas mantenerte actualizado.
Apaga los aparatos
La televisión, el radio, el celular, Spotify, etc. Lo usamos mucho para tener “de fondo”, para no estar solos, pero, la soledad es increíble. Es donde creas, sueñas, te relajas, digieres emociones, aprovechas tu intuición, aprendes sobre ti mismo, creces. Mata el ruido de fondo. La televisión te está contaminando con una visión del mundo llena de miedo y odio. Crea la verdad para ti.
Habla menos, escucha más
El silencio puede ayudarte mucho. A todos les encanta hablar, y todos hablan. Muy poca gente escucha. Detén tu impulso de responder, interrumpir o arrojar un ejemplo de tu propia vida. No digas nada. Escucha. Conocerás a la gente y conectarás con ellos. Aprenderás sobre sus problemas, sus miedos, sus formas de pensar. Se te ocurrirán soluciones. Te volverás indispensable.
Adiós explicaciones
¿Por qué sentimos que tenemos que justificar todo lo que hacemos? Incluso para nosotros mismos. Primero: El deseo de una explicación excesiva se origina en la falta de confianza. Y segundo: activas a tu ego y mente a estar trabajando y pensando y pensando todo el tiempo para al fin complacer. No, basta. Mejor, da explicaciones cortas y simples. No tienes que ser grosero sólo seguro de ti y tus desiciones.
Haz Savasana
¿No eres del tipo de meditar? No pasa nada, prueba esto. Acuéstate boca arriba con los brazos a los lados y cierra los ojos. Quédate ahí unos 5 a 10 minutos y solo deja que los pensamientos hagan su desfile. Hacer una Savasana corta de vez en cuando te ayudará a cambiar la energía y te refresca para disfrutar el resto del día. Remójate en la sabiduría a través del silencio con esta postura.
Deja de opinar de todo
Por alguna razón, esa voz adentro de nosotros cree que le pedimos que calificara absolutamente todo a nuestro alrededor. ¿Qué hacer con esa voz? La escuchas, reconces lo que tiene que decir y luego sigues con lo tuyo. Nada está bien o mal, sólo sigue, no te claves. Y la voz se calla. Ese es un silencio maravilloso, es libertad. Cuando aparece de nuevo, repetimos el procedimiento. La clave es volver siempre al silencio. Ese es el espacio para que seas quien estás destinado a ser.
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