La lavanda es de las hierbas preferidas de la industria de la belleza. No importa si es por su envolvente y relajante esencia o por todos sus beneficios, definitivamente es elemento clave en las fórmulas de los mejores productos del mundo.
Sus primeros usos se remontan a la época de los romanos, e incluso los egipcios también la usaban en el proceso de momificación. Y aunque su aplicación ha evolucionado mucho desde entonces, aún tiene una gran presencia en nuestra vida cotidiana.
Y si no es así, se debería de considerar seriamente incluirla. Especialmente en asuntos de belleza, en los que nos puede ayudar para distintos problemas, como los siguientes tres que todos hemos padecido alguna vez:
– Acné: Tiene efectos antisépticos y antibacteriales, lo que resulta en una limpieza profunda de los poros. Se puede usar aceite de lavanda mezclado con avellana para curar y tratar imperfecciones.
– Caspa: Si se combina agua hervida con lavanda seca y vinagre de manzana, funciona como un enjuague y la solución para quitar esta molesta condición.
– Tratamiento de heridas: El aceite de lavanda es perfecto para calmar la piel en situaciones de picaduras de moscos y heridas. También funciona como anti-inflamatorio.
*Es muy importante hacer pruebas de alergia antes, pues no todos estamos excentos de tener alguna reacción.
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