Las ceramidas son un clásico en los productos de belleza. Siempre los vemos en las etiquetas y publicidad. En cuanto a los ingredientes antienvejecimiento, las ceramidas tienen un historial probado, pero poco explicado. Pocas veces sabemos qué son realmente los ingredientes en nuestros productos y si son para retener la humedad, fortalecer la protección o para mantener la piel firme y/o rejuvenecerla. Este tema de leer etiquetas debe ser más y más costumbre y por eso, queremos explicarte en esta ocasión sobre una que verás constantemente.
Puedes usar todo tipo de productos con ácidos o vitamina C para tu cara, pero si quieres mantener tu piel sana y feliz, lo que realmente necesitas es grasa buena, específicamente ceramidas. Así como la grasa hace que la comida sepa mejor, las ceramidas mejoran la piel, manteniéndola bien hidratada y con un aspecto fresco. Lo que no muchos saben es que la piel produce estas grasas naturalmente, hasta que con la edad, produce menos y menos.
Para hacerlo simple, las ceramidas son lípidos (grasas) que se encuentran naturalmente en altas concentraciones en las capas superiores de la piel. Constituyen más del 50% de la composición de la piel, lo cual explica el papel vital que juegan para determinar cómo se ve tu piel (y cómo responde a las amenazas ambientales). Las ceramidas ayudan a mantener la piel unida al formar una capa protectora que limita la pérdida de humedad y protege contra el daño visible de la contaminación y otros factores estresantes ambientales.
Además, las ceramidas son de los ingredientes antienvejecimiento más poderosos responsables de apoyar la naturaleza dinámica de la piel, incluso más que el retinol, la niacinamida y los péptidos. Lo que pasa es que la edad y el daño solar reducen la efectividad de las ceramidas naturales de la piel, y eventualmente pueden agotarlas. Esto es cuando la piel comienza a verse más seca, áspera, con arrugas, mayor irritación, enrojecimiento y signos visibles de deshidratación. Aquí es donde entra en juego el skincare para ayudar a restaurar significativamente las pérdidas.
Los productos para el cuidado de la piel bien formulados y adecuadamente empaquetados pueden ayudar a revivir tu piel con un uso regular. La parte del empaque es importante, ya que los ingredientes pierden su efectividad si se exponen a la luz y al aire, así que busca productos en tubos o botellas opacas con bombas o dispensadores herméticos. Ahora, en las etiquetas debes buscar la palabra ceramida (ceramida AP, EOP, NG, NP o NS), pero no siempre lo encontrarás así. Puede que estén enlistadas la fitosfingosina y la esfingosina que son ingredientes conocidos como “precursores de ceramida” (o sea, que pueden provocar que la piel produzca las suyas).
Las ceramidas son más efectivas cuando se combinan con otros ingredientes que reponen la piel como los ácidos grasos, la glicerina y el colesterol. Las mezclas de lípidos como estas son ideales para mejorar el tono de la piel, la textura de la piel y aliviar los signos de sensibilidad. Pero, como no existe un sólo ingrediente mágico que haga todo para combatir los signos visibles del envejecimiento, asegúrate de que el producto venga enriquecido también con antioxidantes y otros “restauradores de piel” como retinol, niacinamida, ácido linoleico y péptidos.
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