Desde su nacimiento en 1833, la casa relojera suiza Jaeger-LeCoultre se ha caracterizado por crear excepcionales piezas de ingeniería para mostrar la hora. Una de ellas es el Atmos, que se convirtió en el regalo oficial que entrega la Confederación suiza a sus invitados más prestigiados desde 1950.
Se trata un reloj que tiene una original forma, al que no se le tiene que dar cuerda, ni conectarlo a la electricidad o ponerle baterías. Su funcionamiento se basa en la variación de la presión atmosférica de los gases encapsulados en su interior.
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Este 2016, la marca Dunhill (casa de lujo fundada en 1893) colaboró con Jaeger-LeCoultre para crear un modelo de Atmos único: Atmos Regulator Alfred Dunhill. Una edición especial compuesta solo por 28 piezas, diseñadas con todos los detalles tradicionales de ambas marcas.
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El exclusivo reloj se encuentra dentro de un gabinete barnizado con un cristal al frente y un vidrio entintado en la parte de atrás, con diseños Art Decó (usados en encendedores y cigarreras de los años 30’s). La repisa frontal está forrada en piel de mantarraya.
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¿Lo mejor de todo? Una de las piezas estará disponible en la boutique Jaeger-LeCoultre de Avenida Masaryk para que vayas a conocerlo. Si quieres más información de esta o de cualquier otra pieza, haz click aquí.
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