El restaurante Lorea nos abrió sus puertas para una experiencia gastronómica única: una cena maridaje en colaboración con Hilo Negro, una vinícola mexicana que está marcando pauta con su propuesta de vinos excepcionales. Bajo la visión del chef Oswaldo Oliva, cada plato fue concebido para resaltar las características de estos vinos, creando un diálogo perfecto entre cocina y bodega.
La experiencia en Lorea
Lorea se distingue por su enfoque en menús de degustación que cambian constantemente, ofreciendo una propuesta distinta cada noche. Aunque también cuentan con un menú a la carta disponible desde las 14:00, es a partir de las 18:00 cuando comienza la segunda aventura gastronómica. Aquí, no existen las prisas: no hay una hora de cierre estricta y la última reserva es aceptada a las 21:30.
Con capacidad para 40 personas, el restaurante ofrece una experiencia íntima y personal. Además, cuenta con un salón privado y una cava en el nivel superior, ideales para quienes buscan una noche más exclusiva.
El menú especial
La experiencia comienza con la entrega del menú especial de la noche. Presentado en un sobre sellado con cera, al estilo de una invitación clásica de época, cada menú está personalizado con el nombre del comensal, añadiendo un toque de elegancia y exclusividad a la experiencia.

En esta ocasión, se disfrutó de un menú con degustación a seis tiempos, cada uno cuidadosamente maridado con una etiqueta de Hilo Negro:
- Chile relleno con aderezo de mantarraya e ikura, acompañado del Invisible de Hilo Negro. Un inicio fresco y vibrante.
- Tetela de chorizo marino y chicharrón.
- Tostada de atún con pozole verde, rábano y orégano, acompañado de un pulque artesanal elaborado en casa, que realmente sorprendió por su frescura.
- Taco de picaña con poro acompañado del Ribeteado de Hilo Negro, una combinación que elevó los sabores ahumados de la carne.
- Birria con puré de haba y su jugo de cocción, maridada con el favorito de la noche, Tiara de Hilo Negro, un vino con mucho cuerpo y estructura ideal para este plato reconfortante. Realmente una experiencia deliciosa.
- Para el final dulce, dos opciones: pan de plátano con helado de caramelo o pan de elote con streusel y sorbete de mamey, ambos acompañados de un suave Lovo Vermut.

Las tortillas hechas en casa
Uno de los detalles más cool de la noche fue la preparación de las tortillas de masa azul, hechas en casa por el propio chef Oswaldo Oliva. Para este proceso, utilizó una prensa especial para darles forma y posteriormente las cocinó en un equipo distinto al tradicional comal, permitiendo que cada tortilla alcanzara una textura y sabor únicos. Este toque artesanal elevó la experiencia culinaria, destacando la importancia de los ingredientes y las técnicas tradicionales reinterpretadas con innovación.

Coctelería y personalización
Para quienes buscan una experiencia sin alcohol, Lorea también ofrece coctelería especial desarrollada en el lugar, ideal para acompañar la cena con sabores innovadores y complejos. Además, el equipo del restaurante se adapta a cualquier restricción alimentaria, asegurando que cada comensal disfrute de la velada al máximo.
Próximamente en Lorea
Tras esta exitosa colaboración, el chef Oswaldo Oliva lanzará menús especiales de maridaje a partir del 15 de abril. Cada edición estará disponible únicamente por 15 días, ofreciendo a los comensales la oportunidad de vivir una experiencia irrepetible.
Lorea, ubicado en Sinaloa 141, Roma Norte, sigue siendo un referente de la alta cocina en la CDMX, donde la innovación y la pasión por los ingredientes mexicanos se encuentran en cada plato.
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