La contingencia ambiental no solo representa una crisis para la salud física, sino también para la salud mental. La calidad del aire que se respira tiene consecuencias más allá de las enfermedades respiratorias y cardiovasculares; también afecta la salud mental de maneras complejas y significativas. La reciente atención a este tema ha revelado vínculos claros entre la contaminación atmosférica y trastornos psicológicos como la depresión y la ansiedad.
Te decimos cómo la contingencia ambiental, especialmente en ciudades densamente poblados, influye en la salud mental:
Salud mental y la contingencia ambiental
Problemas de comportamiento
La exposición prenatal a la contaminación puede tener efectos duraderos en el desarrollo cognitivo y emocional de los niños. La contaminación atmosférica durante el embarazo se ha asociado con un mayor riesgo de problemas de comportamiento y trastornos del neurodesarrollo en la infancia.
Un estudio del Instituto de Salud Global de Barcelona ha encontrado que la exposición a la contaminación atmosférica durante el embarazo se asocia con retrasos en el crecimiento físico de los niños en sus primeros años de vida. Se sugiere que la exposición prenatal a la contaminación tiene un efecto duradero en el crecimiento infantil.
Depresión y ansiedad
La población en general está en riesgo, pero ciertos grupos, como los adultos jóvenes y los ancianos, pueden ser más susceptibles a los efectos de la contaminación atmosférica en su salud mental. Los adultos jóvenes, especialmente los varones, muestran una mayor inclinación de depresión, ansiedad y conductas suicidas en entornos altamente contaminados, incluso en exposiciones breves.
IQAir dice que en niños, esta exposición puede ser especialmente perjudicial debido al impacto en el desarrollo cerebral y emocional, lo que puede provocar problemas de salud mental graves, incluidos pensamientos suicidas y trastornos de adaptación. Además, la contaminación atmosférica puede desencadenar inflamación en el cerebro, aumentando el riesgo de trastornos mentales a largo plazo. Los resultados de una investigación sugieren que la reducción de la exposición a múltiples contaminantes del aire podría aliviar la carga de enfermedades mentales.
Cambios en el cerebro
La inflamación sistémica y el estrés oxidativo causados por las partículas finas presentes en el aire contaminado pueden desempeñar un papel crucial en el desarrollo de trastornos mentales y en la disminución en el desarrollo cognitivio. La exposición a largo plazo a niveles elevados de contaminantes del aire puede afectar la estructura y función del cerebro, lo que contribuye aún más a la vulnerabilidad psicológica.
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