Glastonbury tiene una tradición de música de guitarra e incluso cuando lanzan una extraña bola curva un domingo por la noche, dices ‘¿Kylie Minogue?’ No sé sobre eso. Pero no voy a tener hip-hop en Glastonbury. Está mal.
-Noel Gallagher (2008)
Esto fue lo que el cantante de Oasis dijo acerca de la presentación de Jay-Z en el festival de Glastonbury en 2008. En ese entonces el festival estaba basado en bandas de rock y año con año podías esperar a las mejores de todo el mundo. Sin embargo, la llegada de Jay-Z terminó por marcar el cambio que se veía venir desde hace mucho, el rock ya no era lo más importante del mundo.
Se ha hablado mucho de la muerte del rock, que así como los libros impresos nunca morirán, pero hay nuevos formatos que llaman la atención. Y es que en 2022 un festival de música no está centrado en un género, pero por mucho tiempo así fue y se creía que era la única manera de garantizar el éxito.
Dije que la presentación de Jay-Z terminó por marcar un cambio, y es que tan solo dos años antes los robots de Daft Punk no solo fueron los headliners, su show fue tan importante que revolucionó el género del EDM y transformó las presentaciones en vivo por siempre. Su relevancia se respira hasta el día de hoy y aunque ellos siempre fueron el puente entre el rock y la música electrónica, fueron un parteaguas para darle la oportunidad a DJ’s de ser parte de los actos principales en los eventos más importantes del mundo.
Desde entonces los festivales se transformaron radicalmente. En México el Vive Latino había sido el festival más importante y para muchos el único relevante y aunque realmente siempre tuvo bandas anglosajonas invitadas, estaba marcado por ser exclusivamente música rock y de géneros aledaños como el ska, metal o reggae.
Calle 13 fue invitado a tocar en el Vive Latino 2007, se podía escuchar por todo el Foro Sol gritos de: “No Reguetón”. Sin duda se trata de una época donde la apertura musical era una ilusión y realmente la gente aún excluía las preferencias de otras personas. En pocas palabras, los festivales eran dictados por hombres cis que creían tener la última palabra.
Poco a poco el tiempo y la necesidad hicieron que el cambio fuera necesario. En 2013 Los Ángeles Azules subieron al escenario del Vive Latino y aunque muchos pronosticaban que pasara lo mismo que con bandas como Calle 13, Natalia Lafourcade y más, el resultado fue épico, la gente coreo las canciones de cumbia y el escenario principal se convirtió en una gran pista de baile.
Después de eso todo cambió. Las presentaciones de bandas como Los Tigres del Norte se convirtieron en tradición e incluso en pleno 2022 la presentación de la Banda MS solo puede ser opacada por la noche flamenca y bohemia de C. Tangana.
Es importante notar que la presión de la gente es lo que genera el cambio y cuando la tolerancia y la apertura a nuevas formas de pensar y amar sucede, grandes cosas llegan. Desde hace unos años las mujeres han tomado protagonismo en los festivales. Antes representaban el mínimo en los carteles y hoy una de las presentaciones más icónicas de Coachella es Baychella, donde Beyoncé culminó la promoción de su disco más importante y que también demostró lo que una headliner puede hacer.
Otros, como Primavera Sound, se han comprometido a equilibrar la diversidad de género en su festival y no dejando que los hombres tengan más del 50% de representación en los escenarios. Muchos dicen que no se trata de discriminación, sino de lo que la gente quiere, pero al ver que Primavera Sound logró un festival mucho más interesante, diverso y que agotó las entrada en tiempo récord, cada vez es más común ver esta práctica.
Además de que el pop se ha colado en la estratósfera de los conciertos, ahora también se ha dado apertura a la música en otros idiomas. La música latina es más importante que nunca a nivel global y Bad Bunny, J Balvin, Karol G y más se han convertido en piezas clave para los festivales más importantes, pero tal vez la última gran sorpresa fue J-Hope, un integrante de BTS que sin necesidad de su banda (considerada una de las más exitosas a nivel globlal), pudo conquistar todo Lollapalooza por si solo. Muchos creían que el género había ganado muchos seguidores, pero que solo un fenómeno como BTS o BLACKPINK podrían lograr conquistar los festivales y el solista demostró que las cosas siguen transformándose.
Nadie sabe cómo se verán los festivales en una década, pero estos cambios nos dicen que será algo bueno.