Empezar a hacer ejercicio, ya sea con clases o en el gimnasio, puede ser un poco complicado al principio. El cansancio de las actividades diarias puede hacer que prefieras no levantarte temprano o que también puedes experimentar dolor corporal y te desanime un poco a seguir, y por eso es importante la conexión mente-cuerpo para dar lo máximo en tus entrenamientos.
Es un concepto difícil de comprender, especialmente para aquellos que están comenzando en una nueva práctica de movimiento. Pero la conexión mente-cuerpo, también conocida como conexión mente-músculo, es real y aprovecharla durante el entrenamiento puede mejorar tu rendimiento y ayudarte a moverte de manera segura.
Por eso aquí te hablaremos de cómo aprovechar la conexión mente-cuerpo según Michael Rosengart, quien es un especialista certificado en ejercicio correctivo, fuerza y acondicionamiento.
Conexión mente-cuerpo
La conexión mente-cuerpo es parte de un proceso biológico llamado coordinación neuromuscular, o cómo tu sistema nervioso y tus músculos trabajan juntos para el comportamiento motor. Según Rosengart, la conexión mente-cuerpo está involucrada en circuitos neuronales que activan músculos específicos.
Esta conexión implica concentrarse plenamente en cada movimiento del ejercicio, experimentando y sentiendo profundamente cómo trabaja el músculo en cada repetición, asegurándose de que la mente esté completamente en sintonía con el músculo objetivo.
A veces, debido a factores del estilo de vida, las comunicaciones entre los nervios (que transmiten impulsos desde el cerebro o la médula espinal) y los músculos pueden debilitarse, lo que dificulta activar ciertos grupos musculares.
Sin embargo, Rosengart dice que con la práctica regular estas conexiones pueden fortalecerse con el tiempo. Para mejorar los circuitos neuronales que están inhibidos o reforzar los que funcionan correctamente, es necesario emplear otro aspecto esencial de la conexión mente-cuerpo: una atención interna focalizada.
Beneficios de la conexión mente-cuerpo
Fomentar la conexión mente-cuerpo en este tiempo es un componente clave para perfeccionar la técnica y, en consecuencia, evitar lesiones. “Al enfocarse conscientemente en los músculos que se trabajan, las personas pueden reformar y fortalecer los circuitos neurales, lo que lleva a una mejor activación y crecimiento muscular”, dice Rosengart.
Rosengart nos dice que el cuerpo siempre busca formas de volverse más eficiente y completar cualquier acción, ya sea levantar peso muerto o golpear una pelota de béisbol, de manera menos costosa metabólicamente, especialmente si no estás familiarizado con un movimiento, tu cuerpo podría pensar: “Necesito levantar este peso de 12 a 15 veces. Solo tiene que subir y bajar”. No le importa si la forma en que te estás moviendo para completar esa tarea es segura o adecuada para tus objetivos.
Si no prestas atención a cómo se mueve tu cuerpo para realizar una acción particular, es posible que sin saberlo ajustes tu técnica de una manera que te ahorra energía metabólica, pero también aumenta el riesgo de dolores, molestias y lesiones, explica Rosengart.
Fortalece y aprovecha tu conexión mente-cuerpo
Desarrollar una conexión mente-cuerpo comienza con la respiración. En lugar de respirar sin pensar, permitiendo que los procesos automáticos de tu cuerpo tomen el control, Rosengart recomienda practicar la respiración diafragmática, que consiste en inhalar por la nariz hacia tu estómago, en lugar de tu pecho, y visualiza tu barriga llenándose de aire, como un globo. Luego, exhala todo el aire por la boca. Rosengart sugiere que se hagan dos inhalaciones diafragmáticas seguidas de un suspiro.
“Eso realmente ayuda a desinflar la tensión de nuestro cuerpo”, explica. “Entonces, si las personas pueden hacer eso, realmente podrían comenzar a sentir diferentes estados fisiológicos, lo que luego ayuda a explorar más el cuerpo”.
También es beneficioso incorporar ejercicios de activación muscular en tu calentamiento, dice Rosengart. Antes de un día de levantamiento pesado, por ejemplo, podrías practicar puentes de cadera con una pierna, con un rodillo de espuma o un bloque de yoga debajo de tu coxis, intentando levantar completamente tu trasero fuera del apoyo.
Durante el entrenamiento en sí, dirige tu atención hacia adentro, concentrándote en los músculos que esperas estirar o fortalecer. Después de una serie, sintoniza los músculos específicos: ¿están agotados y necesitan un peso más ligero, o pueden manejar algo más desafiante? Hacerte estas preguntas durante todo tu entrenamiento ayudará a fortalecer tu conexión mente-cuerpo.
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