Hikes en Sedona, amaneceres que enchinan la piel, viajes en el tiempo por la Ruta 66; meterse a una película Western bajo el sol o darse un baño de estrellas; este es the ultimate roadtrip para hacer log out y evadirse lejos del ruido exterior en Arizona.
“La Tierra tiene música para los que escuchan” y sólo pienso en un lugar para escuchar su melodía. ¿Por qué Arizona? El único estado de EU con una de las Siete maravillas del mundo, la comunidad nativa más grande, los cuatro desiertos del país, el favorito de los astronautas… y la lista sigue, pero todos son sólo datos si realmente pienso por qué The Grand State Canyon —entre desiertos áridos y tierras de cañones, montañas boscosas y campos de lava— se robó mi corazón: Madre Tierra es el argumento de sus grandes joyas.
Sin permitir que las presiones de la realidad moderna me nublen la razón, aquí entendí lo que un amigo alguna vez dijo: “La naturaleza es humillante en el mejor sentido”. Y es que si el mundo se acaba, que me pille en Arizona, en el lugar de donde venimos, siendo uno con la naturaleza.
4 fun facts que no sabías de Arizona
- El desierto de Sonora es el único lugar en el mundo donde crecen los cactus más grandes de EU. A 20 minutos de Tucson (fun fact: el primer gastronomic town del país), está el Saguaro National Park con hiking trails y el monstruo de gila.
- La Ruta 66: Si viste Cars, entiendes perfecto. Mother Road, que cumple 100 años en 2026, conserva ese espíritu entrañable de la belleza decadente que recorre pueblos como Winslow (que inspiró el himno de Take it Easy de los Eagles) o el hotel de tipis en Holbrook que sirvió como referencia para el Cozy Cone en Radiator Springs.
- Arizona es famosa por sus “Dark Sky Cities“: mientras la humedad y luz contaminan el cielo, este lugar es perfecto para las lluvias de estrellas (de marzo a octubre), y no sólo por su clima. Sus ciudades promueven políticas para abrazar la oscuridad. Te sorprenderá todo lo que puedes ver cuando tu ojo se acostumbra a una noche con más claridad.
- Olvida lo que conoces como “Space Cities“: a 40 minutos de Flagstaff, un agujero de luna del impacto de un meteorito, de hace 50 mil años, está conservado por el clima idóneo. Arizona es a donde los astronautas van a entrenar. Además, aquí se desarrollan técnicas mundiales para determinar cráteres de meteoritos.
Apunta esta ruta de roadtrip con lugares clave para tu siguiente aventura por Arizona
Phoenix
La ciudad del Sol es la entrada triunfal del viaje, que empieza tras cruzar la puerta del aeropuerto más amigable de todo Estados Unidos en la quinta ciudad más grande, cuyo paisaje acariciado por tonos naranjas se mezcla con el desierto de Sonora.
Aun con su vibra universitaria, sus diversificados museos, incluyendo el de instrumentos más grande del mundo (el MIM) y su zona lujosa en Scottsdale con dos de los mejores campos de golf del país; sus cafés y hotspots más trendy son homenaje al espíritu outdoorsy de todo Arizona. Antes de empezar tu roadtrip visita Wilderness, una cervecería artesanal (autora de 575 creaciones) que colabora con 47 granjas locales, donde el concepto slow food rompe con el estereotipo de “almond mom” en un lugar para echar hamburguesa y cerveza gloriosa en el distrito de arte. Llamémosle a Roosevelt Row la Condesa de Phoenix con sus galerías, cafés y nightlife. Apunta estos spots: The Churchill, Greenwood Brewing, Kahvi Coffee, Palabra y First & Last.
Petrified Forest Park
A tres horas de Phoenix, la primera parada es un arcoíris desértico. En 45 minutos en coche atraviesas este escenario de 200 millones de años; menos de un día basta para esta zona con roca roja y tonos lavanda por el concentrado de los óxidos de hierro y aluminio (hematita) en el suelo.
No hay muchas rutas de hike, pero al ver este escenario, nada te detendrá a tocar este desierto con maderas petrificadas: millones de años dentro de un tronco. Esta piedra semipreciosa, para los fans de los cuarzos, tiene propiedades como conexión con la tierra, la protección y la calma (pero ojo: dicen que las rocas robadas de aquí traerán mala suerte). Hay dos secciones del parque: al norte descansan las coloridas colinas del Desierto Pintado para fotos y hikes cortos, el National Historic Landmark y Visitor Center. Al sur hay dos ruinas: las del Puerco Pueblo, de hace 600 años, con petroglifos; y Agate House, construido con madera petrificada.
Monument Valley
En Scenic Byway 163, Forrest seguramente terminó su viaje aquí cuando supo que este lugar es la meta de todo viajero. Y sí, en Monument Valley existe el Forrest Gump Point.
A tres horas del Petrified Forest (el último trayecto largo en coche, lo prometo), está el escenario icónico de cumbres naranjas. Imagina Clint Eastwood en un paisaje del Oeste. Si sientes que estas en una película, es porque recorres uno de los sets de la época dorada de Hollywood. Puedes pasar un día completo aquí y dormir en una cabaña con vistas impresionantes, como en The View Hotel o Goulding’s Lodge and Campground. Manejar por los 27 kilómetros del Valley Drive loop es un must. Y estando en la reserva Navajoland, algunas partes del Monument Valley sólo son accesibles con visita guiada.
Escoge entre tours de fotografía de amanecer o atardecer desde The Mittens, petroglifos y sitios anasazi o caminos poco explorados al Teardrop Arch (a donde muchos llegan por un laberinto de roca y arena: dos horas de aventura para atravesar el Horse Shoe Canyon desde Utah). También puedes desviarte al Valley of Gods en Utah (1 hora en cada dirección). Por cierto, el Visitor’s Center tiene museo, souvenirs y restaurante.
Antelope Canyon
Entre paredes de cañón, los rayos de sol se asoman e iluminan la arena que cae en cámara lenta, como si estuvieras entre olas naranjas que se congelan en el tiempo. Para esto necesitas un permiso y recuerda reservar un tour —de preferencia con 4-6 meses de antelación— (entenderás el hype cuando veas un mundo casi prístino donde sientes que las primeras pisadas de esa arena son tuyas).
Al bookear te preguntarás: ¿Upper o Lower Antelope Canyon? Puedes recorrer ambos pero si debes escoger, el primero es sobre el nivel de piso; el más crowded, “fotogénico” y fácil de recorrer (un camino plano). En el segundo pasas por subidas, bajadas y escaleras durante los 600 metros, lo cual lo hace más divertido. Como destinos idílicos en Arizona, ninguno estará vacío, y la mejor época para visitar es primavera y otoño. La ciudad más cercana es Page, donde puedes pernoctar. Pero antes recuerda visitar Lake Powell al atardecer, desde el Horseshoe Bend.
Grand Canyon
En la vida hay que plantar un árbol, escribir un libro y ver el Gran Cañón. Pensar en ello me hace suspirar y es que nada —ni estas fotos— te preparan para conocer el sonido del silencio: estarás dentro de una foto, sin movimiento y sin ruido. Este refugio de 6 millones de años recibe 5 millones de personas anualmente y no, quien dice que lo vio en Utah, miente. Ver el amanecer es de esas experiencias donde piensas que no podría estar mejor, pero cada segundo lo es.
Para los que pernoctan, Phantom Ranch es un hotel dentro del cañon con cantina incluida (eso sí, tres horas en mula para bajar). Under de Canvas, a una hora del mirador, es el epítome del glamping; Tusayan es otra opción cercana cuando no duermes en Grand Canyon Village. Pero, claro, con 400 kilómetros de largo, hay diferentes viewpoints más allá del South Rim (el más atractivo, con más instalaciones, abierto todo el año); North Rim, más remoto, abre de mayo a octubre. Puedes visitar ambos viviendo la fantasía hiker: Rim to Rim, el trail de sol a sol de 39 kilómetros que logras en un día (10 horas incluyendo pit stops). Es recomendable de norte a sur a través de los senderos North Kaibab y Bright Angel. Para descubrir otras rutas famosas como el Tonto trail, descarga tu app para explorar una red de caminos tan grande que conecta Utah, Arizona y Colorado.
Por cierto, El Grand Canyon Railway (desde 1901), musa de la película El expreso polar, lleva hasta más de 1000 pasajeros a diario desde Williams y es una forma de visitar South Rim por el día (2 horas de viaje en cada dirección).
Flagstaff
En la primera ciudad de cielo oscuro donde el Sol también brilla 266 días al año, vives las cuatro estaciones. Aquí es donde se descubrió Plutón (btw, pasar la tarde con vista al cielo en Lowell Observatory es recomendable), capital cervecera con spots imperdibles como Mother Road Brewing Co. (consigue tu beer passport en el Visitor Center); y, se rumora, el mejor spot para el 4 de julio y Pride. Bike friendly, con parques nacionales a menos de 2 horas; los atletas olímpicos vienen para entrenar con la altitud idónea; Kanye West —cliente del hotel Little America— es fan y nosotros también.
Ahora entendemos por qué los californianos descritos como transplants huyen a esta ciudad donde —en las palabras de un local— todos son amables y nadie hace gate keeping, esto incluye compartir los mejores spots: Pizzicleta, The Toasted Owl, Proper Meats + Provisions nominado al James Beard Award (los Óscar de la gastronomía) así como Atria, el cual no es next level, sino another level.
Sedona
El destino con lo mejor en hikes (cortos y largos). De hecho, podrías pasar más de una semana recorriendo cañones, cuevas escondidas, arcos naturales y las cimas más altas. El oasis de los amantes del wellness, ciclistas y senderistas también es un energy vortex. Primero para chamanes, después para los hippies y ahora para los viajeros más sofisticados, Sedona es para despejar mente y cuerpo. Uno de sus cuatro epicentros de energía principales (hike incluido) debe ser tu primera parada: Airport Mesa, Bell Rock, Boynton Canyon o Cathedral Rock (no antes de conseguir tu Red Rock Pass).
Viajes en helicóptero, aventuras desérticas en un jeep 4×4 rosa, catas de vino, rafting en cascadas, una iglesia monumental incrustada en la piedra, restaurantes gourmet; cristales, lecturas y alineación de chakras en The Center For The New Age, meditaciones en Amitabha Stupa y Peace Park; pasear por Tlaquepaque Arts and Crafts Village con 50 tiendas boutique, un tobogán de roca (Slide Rock State Park), atardeceres tecnicolor sobre la ciudad y Thunder Mountain desde Airport Mesa… ten cuidado, puedes quedarte aquí para siempre.
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