Existen muchos momentos en los que puedes sentirte inseguro de la persona que eres. Ya sea por alguna foto que te encuentres en Instagram en las que todos parecen lucir perfectos. O por algún comentario que logre acabar con esa paz interior que tienes. Todos esos factores solo hacen que no logres encontrar esa aceptación radical que llevas dentro de ti para perdonarte y sanar.
Cuando se habla de un “cuerpo perfecto”, no se refiere a una figura estética que sea del agrado de las personas. Se refiere a las infinitas posibilidades que tiene. Por ejemplo, la piel se estira a su máximo para poder contener los diferentes cambios de peso que enfrentes. A muchos no les parece bonito por las estrías que deja como marca. Tener un cuerpo que te permite moverte y hacer todo tipo de cosas es algo que agradecer. Siempre le exiges tanto y lo limitas de otras cosas.
Es momento de pedirte perdón a ti y a tu cuerpo. Perdón por no escucharlo cuando pide descanso o no alimentarlo correctamente. Perdón por dejarte llevar por esas fotos de revistas llenas de modelos que parecen perfectas. Perdón por interpretar mal la palabra “perfección”. Perdón por no querer a ese cuerpo tal y como es. Es momento de reflexionar y ACEPTARSE en todas sus facetas.
¿Qué es la aceptación radical?
Es una práctica que muchas personas relacionan con el mindfulness, meditar a conciencia. Tal como el budismo lo define “no juzgar” y “vivir sin pensar en cosas que te gustarían que pasara”. Es un término que no muchas personas utilizan pero sirve mucho para aprender a vivir sin expectativas de lo que debe o no debe ser. Dejar de lado todos los prejuicios que tengas de ti y enfocarte en todas las cosas buenas que tienes para vivir feliz.
Para que puedas vivir una vida plena, debes enfocarte en dejar de pensar en un cuerpo “socialmente aceptado”. Es un proceso el aprender a amar tu cuerpo tal cual es. Pero sin duda que todo cambiará para bien en el momento que lo comiences a cuidar y valorar sin importar que esté inflamado, con marcas, tonificado o cualquier cosa que pueda tener. No se trata de siempre lucir un cuerpo envidiable, se trata de apropiarte de tu cuerpo y mostrar autocompasión para aprender a respetarte a ti mismo.
No vale la pena quedarte estancado compitiendo. Permite que esa lucha contigo mismo ayude a que puedas aceptarte y quererte cada día. Recuerda decirte al menos una cosa que te guste de ti antes de irte a dormir diario. Eso ayudará a que puedas descansar sin estar pensando en cumplir expectativas ajenas en las que solo te lastimes. También ayudará a aumentar esa seguridad de la persona que eres y puedas quererte un poco más cada día. Está en ti aceptarte o seguir alimentando ideas falsas.
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