El mundo del automovilismo, en específico el de los rally’s tuvo un momento trascendental en 1980 cuando el Audi Quattro salió de la fábrica y entró a las pistas. Hoy el modelo parece una reliquia del pasado, un diseño elegante, pero genuinamente ochentero que pertenece a los museos.
Sin embargo, la historia del Quattro va más allá de ese auto, se trata de uno de los hitos del automovilismo moderno que demuestra que soñar en grande siempre traerá los mejores resultados.
¿Qué hace al Quattro un auto tan importante?
Todo se remonta a finales de los años 70, cuando Audi construyó vehículos todo terreno para la milicia alemana y se dieron cuenta del impresionante performance que los vehículos tenían, sobre todo en terrenos de hielo y tierra.
Audi comenzó a trabajar en la tecnología para sus autos comerciales y de esa manera el Quattro se convirtió en el primero en tener tracción en las cuatro ruedas. Después de eso se volvió imparable.
El poder del Quattro era tal que la producción siempre fue limitada, pero eso no evitó que dominara las pistas durante 10 años, además, pilotos como Hannu Mikkola, Stig Blomqvist, Michele Mouton y Walter Rohrl manejaron los modelos más veloces del Quattro.
Cómo lo decíamos, el Audi Quattro incluyó la tracción en las cuatro ruedas, tecnología que pasó a ser elemental para los verdaderos amantes de los autos, que buscan que la funcionalidad del auto sea tan buena como su estética.
Se cree que hoy cerca del 30 % de la producción total de Audi se hace con tecnología Quattro, permitiendo que quien lo desee, pueda tener un mayor control sobre el auto.
Han pasado 40 años desde que Quattro llegó, pero su historia aún sigue escribiéndose.