Hay momentos en los que el gasto ya pesa y el presupuesto simplemente no da: salidas, delivery, cafecitos, cuentas compartidas en restaurantes… y de pronto, lo último que quieres es pagar otra cuenta que solo sigue sumando a la deuda en la tarjeta. Pero también pesa el FOMO: las ganas de ver a tus amigos, de ponerte al día, de compartir una buena noche y pasarla bien.
La solución: una dinner party en casa. Bien pensada, con comida rica, buena música y cero presión. Sí, se puede hacer una cenita deli con drinks y estilo en casa sin vaciar la cartera, y aquí te damos los mejores tips para lograrlo sin sacrificar el ambiente (ni la quincena).
Tips para hacer una excelente dinner party con amigos
Define un concepto o mood (pero sin complicarte)
No necesitas una temática elaborada, pero sí una pequeña guía visual o sensorial. Puede ser tan simple como “tarde italiana”, “otoño cálido” o “todo al centro”. Esto te ayudará a elegir el menú, la música, la vajilla y hasta las bebidas sin entrar en crisis de indecisión. Tip: crea una playlist con anticipación y deja que fluya en segundo plano; el ambiente lo hace todo.

Menú planeado = estrés reducido
Olvídate de los platillos de último minuto o con demasiados pasos. Lo mejor es elegir un menú sencillo de tres tiempos con recetas que puedan prepararse en su mayoría con anticipación y fácil. Tip: calcula una porción extra por cada 4 personas, por si alguien repite o llega con hambre:
- Entrada sencilla: pan rústico con aceite de oliva, dips como hummus o tzatziki casero con pan pita, bruschettas con jitomate, albahaca y ajo, guacamole con totopos + jícamas con chilito, tabla de quesos accesibles con uvas y pan de masa madre.
- Plato fuerte generoso: pasta con cualquier salsa, tacos de guisado para servir al centro, alcachofas horneadas, lasaña de verduras, quiche de espinaca o de elote con ensalada de hojas verdes, curry de garbanzo con arroz jazmín o basmati, una carne asada o un buen steak sellado y horneado.
- Acompañamientos extra (opcional): cualquier ensalada, arroz, papas horneadas o fritas, etc.
- Postre fácil pero especial: helado con toppings, cualquier tarta, brownies, galletas hechas en casa, affogato.

Bebidas: menos opciones, más estilo
No necesitas ofrecer barra libre. Una buena idea es servir un solo coctel de autor en gran cantidad (como clericot, moscow mule, spritz o gin con infusión de frutos rojos) más agua mineral, hielos y botellas de vino que todos pueden ir trayendo o algún destilado. Tip: incluso puedes tener unos carajillos que ya vienen preparados y tenerlos en el refri para el postrecito.

Ahorra en insumos sin perder calidad
Una dinner party no tiene que costarte una quincena. Aquí algunos hacks reales:
- Panadería de barrio: en lugar de baguette de supermercado, ve a una panadería local para piezas más frescas, accesible y deliciosas.
- Busca promos en el súper: los miércoles y fines de semana hay descuentos en frutas, carnes y botanas. Superama, La Comer y City Market suelen tener 2×1 o 3×2 en vinos, aceites y quesos.
- Compra en línea y compara: apps como Jüsto o Rappi permiten ver precios en tiempo real y aprovechar cupones.
- Únete a clubes de precio: si cocinas con frecuencia, Costco o Sam’s te pueden convenir para ingredientes que no se echan a perder (aceite de oliva, vinagre balsámico, pasta, etc.), también tienen una selección de vinos aceptables que quedan bien para la noche.
- Frutas locales y tianguis: los mejores jitomates, hierbas, limones y aguacates están ahí y a mitad de precio.
Prepárate y relájate con tiempo
Una hora antes: pon la música, sirve las botanas, abre el vino y préndete una vela. No necesitas que todo sea perfecto ni tener todo impecable. La clave es que tú también disfrutes. Regla de oro: la mejor dinner party es aquella en la que el anfitrión no está corriendo entre la cocina y el comedor todo el tiempo.
Cómo servir sin complicarte (y sin lavar mil platos)
El momento de servir la comida puede ser un arte… o un caos si no lo planeas bien. Pero existen formas prácticas de hacerlo que reducen los trastes, mantienen el estilo de la cena y hacen que todo fluya con naturalidad. Aquí tres formatos que funcionan muy bien:
Barra de servicio
Si tienes una isla o barra en la cocina, úsala como estación central. Ahí puedes acomodar todo el menú: entradas, platos fuertes, guarniciones y postres. Cada quien se sirve a su ritmo y tú te olvidas de estar pasando cosas a la mesa.
- Usa charolas, tablas o refractarios bonitos.
- Coloca los utensilios y servilletas ahí mismo.
- Ideal para cenas informales o grupos grandes.
Todo al centro – sharing is caring
Poner todos los platillos al centro de la mesa le da un toque cálido y familiar. Funciona perfecto con platillos rendidores como pastas, tacos, ensaladas grandes o estofados.
- Reduce el número de platos individuales y fomenta la conversación.
- Solo necesitas un plato base por persona y cubiertos.
- Es visualmente atractivo y te ahorra tener que emplatar.
Estilo buffet sencillo
Si no tienes barra pero tienes una superficie libre (una consola, una mesa auxiliar o incluso una tabla grande sobre dos sillas), puedes montar ahí un mini buffet. Tip final: evita poner utensilios distintos para cada platillo. Puedes reutilizar cucharones o tenazas si mantienes orden y evitas recetas muy líquidas o pegajosas.
- Divide por tiempos: botanas, plato fuerte, postre.
- Incluye letreritos hechos a mano si hay restricciones (vegano, lactosa, picante, etc.).
- Asegúrate de que haya espacio para poner los platos sucios de regreso.

¿Y la limpieza? Hazla sencilla (y sustentable)
Uno de los grandes peros a la hora de organizar una cena en casa es el desastre que puede quedar después. Pero con un poco de estrategia, es posible minimizar el caos sin recurrir a platos de unicel ni cubiertos desechables. Tip extra: si te preguntan en qué pueden ayudar, acepta ayuda para recoger la mesa o lavar mientras platican. Muchas veces es más divertido de lo que suena. Aquí algunas ideas:
- Antes de empezar, vacía el lavaplatos o deja el fregadero limpio. Así, al ir cocinando puedes ir lavando o acomodando de inmediato.
- Coloca una bandeja o charola de “cosas sucias” en la cocina donde los invitados puedan dejar vasos, platos y cubiertos. Esto evita torres de trastes repartidos por toda la casa.
- Ten paños de tela o servilletas reutilizables a la mano para secar, limpiar y reutilizar durante la noche.
- Usa recipientes de vidrio o acero para servir (nada que no puedas meter al lavavajillas o lavar fácilmente al día siguiente).
- Si sirves comida al centro, minimizas platos por persona y evitas servir en múltiples utensilios.
- Para residuos orgánicos, ten un bote aparte o composteras de cocina (como las que vende Bokashi o en Amazon), y separa reciclables desde el inicio.
El toque final: lo inesperado
Puedes dejar una mini nota personalizada en cada plato, regalar una bolsita de galletas caseras al final o simplemente cerrar la noche con pequeños detalles que transforman lo casual en especial.
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