A veces los mejores viajes implican estar en contacto con el medio ambiente: desde apreciar de cerca la fauna hasta ser parte de la propia dinámica de las especies sin interferir en su hábitat. Y afortunadamente México tiene múltiples destinos en los que puedes conseguirlo: desde santuarios naturales, reservas de la biósfera y espacios destinados a la conservación de especies. Si quieres que tu próximo viaje sea una aventura por exteriores, entonces toma en cuenta estos destinos para vivir una experiencia con la naturaleza
Destinos para una experiencia con la naturaleza en México
Santuario de la mariposa monarca
Representa uno de los espectáculos naturales más impresionantes, no solo porque estos insectos vuelan casi 5 mil kilómetros desde Canadá a nuestro país para invernar, sino por sus características físicas y la posibilidad de apreciarlas en su santuario natural en México.
Para disfrutar esta experiencia con la naturaleza, solo debes ir entre noviembre y marzo a alguno de los varios espacios para su avistamiento en Estado de México y Michoacán. De hecho, la zona es considerada Reserva de la Biósfera de la Mariposa Monarca, lo cual implica reglas de conservación como asistir únicamente con guías, no hacer ruidos en los recorridos ni uso de celulares.
Sótano de las golondrinas
Ubicado en San Luis Potosí, se trata de una especie de cavidad de más de 500 metros de profundidad. Además de las características físicas que impresionan, destaca por ser guarida de diversas aves, principalmente vencejos, que se confunden con las golondrinas.
Sin embargo, también hay loros y hasta murciélagos. Lo más espectacular del sitio es ver a estas aves salir al amanecer y regresar al atardecer, en un vuelo circular que vale la pena contemplar.
El pinacate
Seguramente este paisaje lo viste en los billetes mexicanos de 200 pesos. Se trata de una reserva de la biósfera, parte del desierto de sonora, y como tal comprende un paisaje de cactáceas y llanuras. Sin embargo, el sitio destaca por varios cráteres formados hace más de 150 mil años y algunas formaciones de piedra volcánica.
En la zona se asentaron hacer 40 mil años los primeros grupos humanos de América, por lo que aún pueden encontrarse pinturas en piedras. Para recorrer el pinacate se recomienda hacerlo con un guía, aunque también puedes hacerlo con tu propio auto con la suficiente agua y gasolina.
El mar de Cortés y las ballenas
Cada año, estos mamíferos llegan a las aguas de California. En esta zona hay lugares específicos a los que puedes aventurarte para poder verlos de cerca. Por ejemplo, la Reserva de la Biósfera del Vizcaíno es una de las áreas protegidas más grandes del mundo.
Pero si quieres ir más al sur, puedes tener esta postal desde la Paz, BCS, e incluso desde Los Cabos. Un tour con especialistas te permitirá verlas, acercarte y aprender de estos fantásticos animales. La mejor época para hacer estos avistamientos es entre diciembre y mayo de cada año.
El santuario de las tortugas
Si quieres ser parte de este espectáculo en el que se ayuda a las crías de tortuga a llegar al mar, entonces debes dirigirte a las costas oaxaqueñas.
En particular, las playas de La Escobilla y La Ventanilla son santuarios en los que no solo se ayuda en el proceso de liberación, sino que se hace conciencia de la preservación de esta especie y la incubación de los huevos para garantizar que no sean atacados por depredadores.
Yucatán y los flamencos
La península de Yucatán es conocida por su amplia diversidad y espectáculos naturales únicos, como los cenotes, pero también por albergar a los flamencos en dos regiones diferentes de estado. Por una parte, está Celestún, donde entre noviembre y marzo puedes ver estas aves de color rosado entre los manglares y ríos de agua rojiza.
Pero de marzo a abril puedes apreciarlas en Río Lagartos, un pueblo al oeste donde además podrás ver sitios naturales hermosos como la playa de las coloradas, una zona salinera que puede verse en tonos rosados según la intensidad de la luz.
Cuatro ciénegas
EL último de los destinos para una experiencia con la naturaleza es esta zona protegida del estado de Coahuila, donde te encontrarás con diversos espacios naturales que parecen irreales: las dunas de yeso, que son un paisaje desértico de color blanco; las minas de mármol; el río mezquites, ideal para hacer esnórquel y nadar, y la poza azul, un oasis en el desierto rico en minerales que le da ese tono a sus aguas, en las que además hay fauna única. Si planeas visitarlo, será mejor hacerlo entre marzo y agosto, cuando el clima favorece la aventura.