7 cafés clásicos en París para ver a la gente pasar

Toda persona familiarizada con la cultura francesa sabe que people watching es todo un concepto, un deporte parisino o, mejor dicho, la quintaesencia del la joie de vivre… es por eso que no existe viaje a la ciudad de la luz que esté completo sin una visita a un café clásico y casual -con delicias de la cocina francesa- para ver a las personas pasar.

Aquí la lista de nuestros cafés (o brasseries) clásicos favoritos en París, algunos especialmente famosos.

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Cafés clásicos que no pueden fallar en tu siguiente viaje a París

Café de Flore

Tu momento parisino como lo ves en las películas: en un en un rincón local con el encanto de la Belle Epoque. A principios del siglo XX, el Café de Flore se convirtió en un lugar emblemático de París, famoso por atraer a la gente más vanguardista. Descartes, Picasso, Simone de Beauvoir, Trotsky (por mencionar algunos nombres) frecuentaban el café, que prosperaba a pesar de la ocupación alemana durante la Segunda Guerra Mundial.

Carrette

Cerca de varios museos como el Palais de Tokio, este salón estilo art déco de té de lujo —prácticamente una institución desde 1927— está en la Place du Trocadéro. No puedes reservar y tendrás que hacer fila, pero vale la pena. Es popular entre los parisinos por sus macarrones, panadería, huevos revueltos, brunch y pequeños bocadillos.

Las personas vienen aquí a todas horas del día, desde el desayuno hasta la cena, pero lo que debes pedir sí o sí es su chocolate caliente. En 2010, abrieron otra sucursal en la plaza de los Vosgos.

Le Nemours

Otro ideal para una pausa petite en tu agenda de turisteo. Un lugar para ver a la gente pasar con un clásico desayuno parisino de baguette o croissant con mermelada y un café. Le Nemours está a unos pasos del Louvre y de la Comédie-Française.

Le Procope

Conocido como el café más antiguo de París, Le Procope ha sido el lugar de encuentro de figuras legendarias en las artes, letras y la política desde 1684. Sí, este café-restaurante no sólo fue concurrido por Napoleón; Voltaire y Rousseau le dieron a Procope una reputación como un café para el grupo literario. Y, literalmente, el embajador en Francia, Benjamin Franklin, trabajó en la Constitución de los Estados Unidos en una mesa aquí.

El lugar mítico fue fundado por el chef siciliano Procopio Cutò como el primer establecimiento de Francia que se autodenominó cafetería con café y helados italianos. Con candelabros, espejos y mesas de mármol es el estándar de cafés europeos… no se diga más.

Café Charlot

Otro que siempre tiene mesas llenas (una mezcla de turistas y locales). Este bistró para drinks y comida casual es una excelente opción para un croque monsieur, omelette o los huevos benedictinos como brunch después de visitar el famoso Marché des Enfants Rouges, el mercado más viejo en París al otro lado de la calle.

Si prefieres, de noche este no deja de ser un Hotspot con deliciosos platillos como entrecôte, hamburguesa, papas a la francesa y, por supuesto, buenos drinks.

La Palette

Si te encuentras por el VI distrito, esta es una clásica brasserie del Left Bank en medio de tiendas famosas de muebles vintage. Ha sido designado Monumento Histórico; artistas y galeristas llegan aquí por su omelette de mediodía o un vid chaud à la cannelle (vino caliente) en invierno.

La terraza de La Palette es el rincón en el que quieres pasar un día soleado, transitando de té y café a cocteles y copas de vino por la tarde.

Brasserie Les Deux Palais

Otra clásica brasserie para cocina tradicional con un servicio menos formal que el de un restaurante tradicional. Aunque está por la zona de Notre Dame, la ubicación es una buena opción como un spot céntrico sin sentir que estás sentado en medio del ruido.