¿Te ha pasado que te levantas con el pie izquierdo? Seguramente, y muy a menudo. Esos días de mala suerte quizá te salen mal las cosas, no te concentras en tus actividades o simplemente dejas de hacer todo aquello que tenías planeado, y por lo tanto dejas de sentirte feliz. Suele pasarnos a todos, pero también puedes resolverlo con algunos rituales matutinos para tener un mejor día.
Toma en cuenta que, al ser rituales, justamente implican la repetición y constancia, además de la apropiación personal, o sea que puedes agregarle una dosis propia para sentirlos más tuyos, así como efectivos. El propósito es que a través de pequeñas acciones (tampoco implican horas) inyectes energía positiva a tu día. Aquí te contamos de algunos que pueden darte desde más productividad hasta mejor sentido del humor.
5 rituales que harás en la mañana y te ayudarán durante el día
Haz ejercicio (y en exteriores, mejor)
La actividad física te ayudará a liberar endorfinas, llamadas las hormonas de la felicidad. No necesitas tener una rutina extenuante, sino unos 30 minutos diarios de activación, según expertos. Toma en cuenta, además, que si haces ejercicio por la mañana tendrás más energía que si lo realizas al terminar la jornada. Y en cuanto a los exteriores, resulta que la exposición a la luz del sol aumenta la liberación de serotonina, que genera sensaciones de bienestar, relajación y hasta aumenta la concentración. Solo recuerda usar bloqueador y no exponerte por mucho tiempo.
Desayuna con calma
¿Has notado que tu estado de ánimo cambia en la mañana dependiendo de qué desayunaste y cómo lo hiciste? En lugar de correr al preparar tu alimento, se recomienda que tengas una pausa para disfrutar de lo que estás comiendo. Esto te traerá dos beneficios: el primero, la energía para estar concentrado durante el día, y el segundo, un mayor nivel de saciedad, así como de felicidad. Según el autor del libro The clever guts diet, comer de prisa y de pie no permite al cerebro regular nuestro apetito.
Planea el día
Este ritual matutino no implica que te estreses en la lista de pendientes, sino que priorices y sepas cómo vas a realizar cada actividad. Si destinas un tiempo a saber qué debes hacer en el día, cuánto tiempo te tomará y cuál es la forma en vas a hacerlo, entonces tendrás un plan de acción muy claro. De acuerdo con la teoría de la gestión del tiempo, esto te permitirá hacer más con menos esfuerzo, tendrás mayor concentración y una mayor eficiencia.
Levántate temprano
Lo peor que estás haciendo por las mañanas es apretar al snooze en la alarma y volver a dormirte. Además de que tendrás más cansancio a lo largo del día, estarás perdiendo tiempo que podrías usar en tu persona o en la realización de actividades de forma calmada (como desayunar). Tampoco se trata de que te levantes totalmente en la madrugada, pero intenta hacerlo unos 30 minutos antes de lo que normalmente lo haces para usar ese tiempo en ti: lee una o dos páginas de un libro, dedica tiempo a tu arreglo, haz esa rutina de ejercicios, saca a pasear al perro sin prisa o cualquier otra actividad que te dé alegría.
No mirar el celular al despertar
Todos, absolutamente todos, hacemos esto al abrir os ojos, pero eso puede traer consecuencias: al recibir tanta información, puedes sentir ansiedad y estrés, ya sea por lo que pasó durante la noche o por aquellos mensajes que te predisponen a lo que viene en el día (imagina que lo primero que ves es un mail del trabajo). Además, dicen los expertos, la liberación de dopamina al estar en contacto con el teléfono hará que durante todo el día quieras repetir la acción. Además, nota cómo al saltar entre apps y el scroll, terminas invirtiendo mucho más tiempo al teléfono en lugar de realizar algo realmente productivo. Podrías, en su lugar, levantarte, tener unos 20 minutos para ti, y luego echarle un ojo al celular.
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