El mundo bien podría dividirse en dos: los que les gusta el vino y los que no. Pero en ambos universos hay seguramente varias ideas sobre esta bebida con las que hemos crecido, y probablemente algunas de ellas nos han llevado a elegir el team en el que ahora mismo nos ubicamos. Esos mitos del vino muchas veces dificultan que lo disfrutemos de una mejor manera, o incluso lo hacen parecer un producto poco accesible.
Por eso, creemos que es momento de desmentir esas nociones, para que la próxima vez que tengas una copa o botella frente a ti, sepas al menos cómo actuar para tener una experiencia totalmente diferente y, quizá hacer que veas al vino de otra manera o reafirmes tu amor incondicional por él.
¿Cuáles son los mitos más comunes cobre el vino?
El vino es un producto caro
Verdad: como todo en la vida, hay de todos los precios. En realidad, la oferta de vinos es tan grande, que seguro puedes encontrar una opción idónea para cada bolsillo. Hay tantas regiones en el mundo, que sería imposible decir que todas ofrecen productos con precios exorbitantes. Y el hecho de que el precio sea menor, tampoco determina la calidad, pues pueden influir muchos aspectos externos al propio vino en ese importe. Lo que sí necesitas hacer, es explorar con más detalle las tiendas en las que haces tus compras (o en tu próxima visita a un restaurante) para descubrir joyas a precios accesibles.
El vino solo se acompaña con quesos y carnes frías
Verdad: es una de las tantas opciones de maridaje, pero no la única. Incluso, hay vinos que no se llevan bien con estos productos. La clave aquí es que experimentes entre las combinaciones y te quedes con aquellas que resalten los sabores de tu alimento y del propio vino; si al probar un bocado y la bebida, alguno de los dos se ‘apaga’ en sabor, entonces no es una buena idea. Y no olvides que hay vinos que no necesitan acompañarse con nada, ya sea porque son fáciles de tomar, porque son ligeros o porque puedes pasarlos sin problemas por la boca. Así que olvida estos mitos del vino de sacar tu tabla de charcutería cada vez que alguien abre una botella.
Un vino extranjero es mejor que uno mexicano
Verdad: México tiene 16 estados que están produciendo vino de calidad en la actualidad; imagina el mar de posibilidades que hay en ello. Ahora, es cierto que en otros países hay reglas y controles que pueden estandarizar los productos (como España, Francia o Italia), pero eso no implica que lo hecho en casa no pueda ser un buen vino. Si quieres un dato extra para reafirmar esta idea: el vino mexicano ha ganado cada vez más presencia en mercados externos, tiene varias etiquetas premiadas en concursos internacionales y se ha afianzado como industria.
Si el vino es más viejo, es mejor
Verdad: no todos los vinos fueron creados para envejecer. Así que si tienes escondida en tu cava una botella de hace muchos muchos años, tal vez sea momento de que la descorches. Es cierto que todos los vinos necesitan cierto tiempo de evolución, pero el tiempo varía en cada caso. Algunas claves que pueden ayudarte a saber qué vino guardar y cuál no son si tuvo paso por barrica, si es alto en taninos y acidez, y el tiempo que tardó en su elaboración. Y si definitivamente esto no te ayuda, será mejor que preguntes a una persona experta (el sommelier del restaurante, el encargado de una tienda).
Los vinos de taparrosca no son de buena calidad
Verdad: en realidad esta fue solo una solución a la alta demanda de corchos en el mundo y la poca oferta para extraerlos del árbol de alcornoque. Algunas soluciones han sido corchos sintéticos, pero la taparrosca es una posibilidad ideal. Ahora, es cierto que algunos vinos, como los hechos especialmente para un envejecimiento prolongado, pueden no ser compatibles para esta tapa, pero por el otro lado, piensa que evitan menos riesgo de contaminación en la bebida, un defecto muy conocido en el mundo de los vinos que se llama sabor a corcho.
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