Viajar en avión debería ser sinónimo de emoción, aventura y descanso. Pero todos hemos tenido ese vuelo que se sintió eterno, incómodo o simplemente desastroso. ¿La buena noticia? Muchas veces esos momentos incómodos pueden evitarse.
Hablamos con Jessica Montalvo, sobrecargo con más de 10 años de experiencia en aerolíneas comerciales, para conocer de primera mano qué no hacer si quieres que tu viaje por los cielos sea tan placentero como lo imaginaste. Spoiler: no tiene nada que ver con pedir un upgrade gratis. Aquí te van los 5 errores más comunes que pueden arruinar tu vuelo, según una experta que ha visto de todo a 30,000 pies de altura.

¿Qué errores pueden arruinar tu vuelo en un viaje?
Usar perfume antes de abordar
Sí, oler rico es parte del ritual viajero de muchas personas, pero según Jessica, este es un error muy común que afecta a todos los que te rodean. “Hay pasajeros que se ponen perfume justo antes de subir al avión o incluso una vez sentados.
El problema es que en la cabina el aire es reciclado y no hay mucha ventilación, así que el olor se intensifica y puede ser insoportable para otros pasajeros. Incluso puede provocar dolores de cabeza o náuseas a personas sensibles”. Mejor aplícate perfume varias horas antes del vuelo o elige un body spray suave. Si necesitas refrescarte, usa toallitas húmedas sin fragancia.
No hidratarte antes (ni durante) el vuelo
Este es un clásico que muchas personas ignoran: subir al avión ya deshidratado. “El aire dentro de la cabina es extremadamente seco y eso provoca que perdamos más líquidos de lo normal. Esto puede causar fatiga, dolor de cabeza, resequedad en la piel y hasta mal humor”.
¿El consejo de Jessica? Toma agua desde unas horas antes de tu vuelo y lleva tu botella reutilizable (vacía, claro, para pasar seguridad) y llénala después. Y sí, acepta ese vasito de agua que reparten, aunque no tengas sed.
Vestirte con ropa que te haga sentir incómodo
Sabemos que los aeropuertos se han convertido en pasarelas improvisadas (hola, Instagram), pero volar con jeans ajustados, botas apretadas o ropa sin elasticidad es una pésima idea. “He visto pasajeros que no pueden ni cruzar las piernas porque van con ropa muy rígida.
Lo peor es que eso puede entorpecer la circulación durante el vuelo, especialmente en viajes largos”, comenta Jessica. Lo ideal: ropa holgada, tejidos suaves y capas que puedas quitar o poner fácilmente según la temperatura. Que no te dé pena usar pants o leggings si son cómodos y stylish. Tu cuerpo (y tu circulación) lo agradecerán.
No respetar las señales del cinturón de seguridad
Uno de los errores más peligrosos y, tristemente, comunes. “Muchos pasajeros piensan que si no sienten turbulencia, pueden quitarse el cinturón. Pero hay turbulencias imprevistas, y eso es cuando ocurren accidentes”. Aunque el piloto apague la señal, Jessica recomienda tenerlo siempre abrochado mientras estás sentado.
“Hemos tenido incidentes donde pasajeros salieron volando de su asiento sólo por no llevar el cinturón puesto”. Y si necesitas levantarte, hazlo rápido, con precaución y sin quitarle el ojo a la señal de cinturón. La seguridad no es opcional, aunque ya tengas mil vuelos encima.
Abusar del alcohol a bordo
Sí, esa copita de vino puede sonar perfecta para relajarte y dormir mejor. Pero… hay un “pero” muy importante: “El alcohol en el avión tiene un efecto más rápido y fuerte. Se metaboliza diferente por la altitud, lo que significa que te puedes emborrachar más rápido sin darte cuenta”.
Y no sólo eso: puede deshidratarte más, hacer que te baje la presión o que tengas náuseas, especialmente si no comiste bien antes de abordar. “El peor caso que presencié fue un pasajero que se pasó con el whisky y terminó desmayado. Tuvimos que hacer una escala no programada”, recuerda Jessica. La clave: Si vas a beber, hazlo con medida, hidrátate bien y evita mezclar con medicamentos o volar en ayunas.
Extra: sé amable con la tripulación
Este no es un error técnico, pero es uno de los más importantes. La tripulación está ahí para cuidar de ti, no para servirte como si fueras cliente en un restaurante cinco estrellas. Un “gracias”, una sonrisa o simplemente el respeto básico hace toda la diferencia. “Los pasajeros que son amables con la tripulación, incluso en vuelos largos o con problemas, siempre reciben mejor atención. Es una cuestión de humanidad, no de servicio”, nos dice Jessica.
Tu actitud, tus elecciones de ropa, tus hábitos de hidratación y hasta tu perfume pueden definir si ese vuelo será una experiencia de paz o una tortura a 10 mil metros de altura. La próxima vez que viajes, recuerda estos consejos de alguien que conoce el cielo como la palma de su mano. Y si no puedes evitar la turbulencia, al menos sí puedes evitar los errores más comunes.
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