3 claves para  establecer una amistad real y duradera

Establecer una amistad real y duradera, es uno de los aspectos más reconfortantes en la vida. Más allá de la superficialidad, una amistad real se cimienta en bases sólidas que será duradera a través del tiempo y las circunstancias. Una amistad real no solo promueve una conexión emocional y la confianza mutua, sino que también favorece la vida de quienes participan en ellas, proporcionando apoyo, compañerismo y un sentido profundo de pertenencia.

Por eso aquí te presentamos 3 claves fundamentales para establecer una amistad real y duradera, según el psicólogo Mark Travers

3 claves para tener una amistad real y duradera 

1. Conócete

Este punto enfatiza la importancia de salir de tu zona de confort y explorar entornos nuevos que despierten tu interés. La idea es interactuar físicamente con personas que compartan tus intereses y que no sólo te encuentres en contextos digitales como redes sociales o foros en línea. Travers sugiere evitar el aislamiento y buscar activamente oportunidades para conocer gente nueva y diversa.

2. Aprende a sobrellevar las adversidades 

Travers aborda la idea de que las relaciones significativas y duraderas pueden implicar momentos difíciles y desafíos emocionales. A pesar de esto, es importante estar dispuesto a enfrentar y superar estos obstáculos, ya que las relaciones que sobreviven a través de las dificultades suelen fortalecerse con el tiempo.

Las relaciones auténticas involucran vulnerabilidad y pueden implicar tanto ser herido como herir a otros. Es esencial no evitar el dolor emocional, sino aprender a gestionarlo y afrontarlo constructivamente para fortalecer las relaciones.

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3. Sé tu mismo

Este punto Travers destaca la importancia de ser auténtico y fiel a uno mismo en las relaciones interpersonales. Evita la falsedad o la adaptación excesiva para complacer a los demás, ya que esto puede llevar a una desconexión personal y afectar negativamente la felicidad y el bienestar emocional.

Ser auténtico facilita la conexión con personas que aprecian y valoran la verdadera esencia de uno mismo. Promueve relaciones más satisfactorias y significativas donde se pueden experimentar una gama completa de emociones, desde la alegría hasta la tristeza, con autenticidad y aceptación mutua.